¿Nunca sintieron esa necesidad de gritar, de decirle a todo el mundo que cierra la boca porque es su momento de decir las cosas como son?
A mí me pasa bastante a menudo, necesito el momento de expresión, los gritos, el enojo, al furia, el llanto. Y lo peor no es que lo libero todo de momento, sino con las personas que lo hago. ¿Por qué a veces cuando estamos tan enojados, tan dolidos, simplemente lastimamos a quienes más queremos?
Tengo la teoría de que es porque esas personas nos quieren, se preocupan por nosotros y sin importar nuestros gritos o nuestros insultos sin sentido, saben que sólo queremos ser libres en algún momento, que no podemos más y que ¡wow! nuestra voz interior ya no puede retenerlo.
Pero, quizá, nos olvidamos de que esas personas también necesitan su respiro, sus gritos y sus portazos.
A veces, simplemente, nos olvidamos de que los demás pueden sentir tanto o más que nosotros y no les dejamos sacar todo eso que tienen adentro, no los dejamos quitarse la máscara y somos tan egoístas que cuando son capaces de soltar el nudo para que caigan sus lágrimas, para que se libere su voz, volvemos a atar el antifaz sobre sus rostros, que nos muestran una sonrisa tan falsa... una que estamos dispuestos a creer.
¿Nunca te sentiste así, como si estuvieses vacío y tuvieras mil cosas adentro al mismo tiempo, esperando a salir?
Hay que ser libres y dejarse llevar por las emociones... al menos una vez (;
A mí me pasa bastante a menudo, necesito el momento de expresión, los gritos, el enojo, al furia, el llanto. Y lo peor no es que lo libero todo de momento, sino con las personas que lo hago. ¿Por qué a veces cuando estamos tan enojados, tan dolidos, simplemente lastimamos a quienes más queremos?
Tengo la teoría de que es porque esas personas nos quieren, se preocupan por nosotros y sin importar nuestros gritos o nuestros insultos sin sentido, saben que sólo queremos ser libres en algún momento, que no podemos más y que ¡wow! nuestra voz interior ya no puede retenerlo.
Pero, quizá, nos olvidamos de que esas personas también necesitan su respiro, sus gritos y sus portazos.
A veces, simplemente, nos olvidamos de que los demás pueden sentir tanto o más que nosotros y no les dejamos sacar todo eso que tienen adentro, no los dejamos quitarse la máscara y somos tan egoístas que cuando son capaces de soltar el nudo para que caigan sus lágrimas, para que se libere su voz, volvemos a atar el antifaz sobre sus rostros, que nos muestran una sonrisa tan falsa... una que estamos dispuestos a creer.
¿Nunca te sentiste así, como si estuvieses vacío y tuvieras mil cosas adentro al mismo tiempo, esperando a salir?
Hay que ser libres y dejarse llevar por las emociones... al menos una vez (;